Podemos manifestar actitudes a través de los pensamientos, de
los sentimientos, del cuerpo y de las palabras. Toda actitud pide una forma de
acción visible o invisible. Esa acción nos coloca en el proceso de invocar y
vivenciar las cualidades esenciales que queremos imprimir en nuestra vida.
Cuando intelectualmente comprendemos algo, es necesario que
anclemos en el corazón esa comprensión y la transformemos en una actitud que
estamos dispuestos a asumir.
Son infinitas las maneras como podemos actuar, y toda acción
implica una elección que se refleja inmediatamente en el ambiente donde
vivimos. Cuando podemos estar atentos al modo como actuaremos, nuestros actos
se revestirán de las actitudes que elegimos asumir y creamos una red de
conexiones vivenciales de calidad que lleva todo a fluir en sintonía con
nuestras elecciones.
Así, actitudes consciente y amorosamente asumidas son la clave para vivir en sintonía con nuestra verdadera Esencia. Responder, aquí y ahora, con el gesto, la palabra, el sentimiento o el pensamiento correctos y apropiados es la dádiva más plena que podemos acoger en el centro de nuestro Ser.
El Ser Humano es el único que puede elegir conscientemente la
dirección de sus acciones, tornando visibles las intenciones de su Esencia
Divina y, a través de sus actitudes, demostrar el valor de sus palabras, el
poder de sus pensamientos y el calor de sus sentimientos en todo lo que realiza.
Cuando realizamos toda y cualquier acción, sea sencillamente
pensando, sintiendo o actuando concretamente (teniendo presente que “no actuar”
en la hora y el momento correctos es una forma de acción), conscientes de la
correcta actitud para cada momento, creamos una abertura hacia las dimensiones
más profundas en nuestro Ser, donde tenemos acceso al Amor y a la Sabiduría sin
límites.
La actitud inteligente nos lleva a darnos cuenta de qué es bueno,
agradable y perfecto para todos en una determinada situación y cuál es el
significado del conocimiento que estamos haciendo. Actuar con inteligencia es
ser capaz de responder con atención amorosa y plena a lo que la vida nos
propone, transformando desafíos y obstáculos en señales vivas de que algo está
fuera de la sintonía mayor de nuestras vidas. Saber leer las señales en el
Libro de la Vida y de la Naturaleza es el ejercicio más eficaz para despertar
el brillo de la inteligencia del Alma dentro de nosotros.
En el interior
de nuestra mente y espíritu llevamos el sentido de realidad de un estado de bienestar
perfecto y vital. Tomar una actitud saludable implica no olvidar que somos
vitalizados por un poder de actitud interior que nos vivifica, a cada instante,
con amor y luz divina. El estado pleno de bienestar se manifiesta cuando
optamos por atender amorosa y cuidadosamente las necesidades del espíritu, de
las emociones y de la mente en sintonía con la voluntad del Espíritu.
Actitud Modesta, Actitud Inocente, Actitud Solidaria, Actitud
Intuitiva, Actitud Entusiasta, Actitud Organizada, Actitud Tolerante, Actitud
Tranquila, Actitud Sensible, Actitud Apasionada, Actitud Paciente, Actitud
Sinérgica, Actitud Moldeable, Actitud Agradecida, Actitud Receptiva, Actitud
Transparente, Actitud Optimista, Actitud Curativa, Actitud Comprometida, Actitud,
Autosustentable, Actitud Sensata, Actitud Sincera, Actitud Inofensiva, Actitud
Conectada, Actitud Inteligente, Actitud Desapegada, Actitud Dinámica, Actitud
Saludable
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